El Liverpool pasó por encima del FC Barcelona en la vuelta de las semifinales de la Champions League, triturando el 3-0 cosechado en el Camp Nou con una facilidad pasmosa, que dejó en anecdótica la -también inesperada- hecatombe en el Olímpico de Roma del curso pasado. Anulado Leo Messi, Jürgen Klopp volvió a eclipsar a un Ernesto Valverde que tiene en su mano su sedundo doblete consecutivo y su puesto vuelve a ser cuestionado.
Obligados por los derechos de la competición, Sergio Busquets y Luis Suárez atendieron a algunos medios de comunicación. La incredulidad por el humillante 4-0 obligaba a pedir disculpas, una tímida autocrítica que se diluyó con el silencio mediático de una plantilla que apenas seis días atrás salió a zona mixta del Camp Nou a sacar un músculo que, en realidad, resultó ser fortuna.
Tres días después, Arturo Vidal recuperó la actividad en las redes sociales. El centrocampista chileno, quizá de los pocos que se salvaron de la quema en Anfield, abrió la veda para que Jordi Alba, en los altares de los mejores laterales del momento, pidiera perdón por una de las peores actuaciones que se le recuerdan.
Entretanto, Ivan Rakitic atrajo la ira de todos los aficionados 'culés', encendidos por la enésima tragedia en la Champions League. El croata decidió romper el luto e irse a la Feria de Sevilla, como tenía planeado antes de caer frente al Liverpool. Una decisión humana -incluso terapéutica- que trasciende de la figura del futbolista, que no hizo si no colocarle en la diana de su hinchada, cuestionando más que nunca su continuidad.
Horas después, el FC Barcelona anunció los problemas de Luis Suárez en su rodilla y su inminente intervención quirúrjica. Sin tiempo que perder, el delantero se sometió a la artroscopia diciendo adiós a la temporada con su club, perdiéndose así la final de la Copa del Rey frente al Valencia en el Benito Villamarín. "No es la misma lesión de 2017, aquella fue un cartílago y ésta es el menisco. Va a estar todo genial, en un mes estoy listo", espetó el atacante, pensando, obviamente, en la Copa América con la Selección Uruguaya.
Si bien es cierto que nadie quedó tan señalado como Philippe Coutinho tras la quema de Anfield, Ivan Rakitic y Luis Suárez también quedaron marcados y sus reacciones tras la debacle armaron de argumentos a sus detractores. En plena vorágine de especulaciones sobre el futuro del croata con la llegada de De Jong, la Feria de Sevilla podría terminar de empujarle fuera del Camp Nou. Del mismo modo, la urgencia del FC Barcelona por encontrar un delantero se disparó con la falta de goles del uruguayo en la Champions League y su descarada apuesta por la 'Celeste'.
Aunque nadie duda de la entrega de dos futbolistas capitales en el éxito reciente del club, Rakitic y Luis Suárez confirman que, a ojos de la afición, el compromiso no solo se tiene si no que hay que aparentarlo. En un mundo donde las redes sociales colocan a los jugadores bajo el foco mediático permanente, hay gestos que entierran goles, títulos e incluso carreras.