Para Benzema, la rotura de su dedo meñique fue una minucia, pues, con la camiseta del Real Madrid, no tuvo problema para seguir siendo la referencia en ataque de la escuadra blanca la tampoerada pasada. Acumuló 30 tantos y diez asistencias en 53 partidos jugados.
En enero, el galo sufrió una lesión en la falange y desde entonces estuvo presente en el terreno de juego con un vendaje compresivo que le ayudaba a que el problema no empeorara. No se operó hasta que finalizó la temporada y parece que el arreglo ya tuvo lugar, pues mostró una cicatriz en sus redes sociales.
En la publicación, el francés sumergió la mano entera en el agua de una bañera para refrescarse. Además, compartió otros vídeos en los que se ejercitaba en una bicicleta estática. Cuando está lejos del césped, no lleva la protección en el dedo.
13 de enero de 2019