Hay días que parecen escritos y que no se pueden alterar. Como esos sueños en los que uno hace por correr pero no se mueve del sitio, el equipo malagueño acabó muy frustrado ante un rival que tuvo una noche totalmente contraria.
El 0-1 a los 9 minutos fue la primera señal, cuando Miguel Navas transformó un penalti. Sin embargo, la respuesta paleña resultó inmejorable. 24 minutos después, el panorama era antagónico.
Casi de inmediato, tanto Pepe Capitán como Durán tuvieron la opción del 1-1. Pero fue el delantero, caliente en la primera mitad, quien volteó el resultado con un doblete haciendo gala de sus dotes como rematador.
De cabeza en el primero, aprovechando el servicio de Salvi después, puso las cosas en su sitio. Además, para asegurar, tres minutos después Durán aprovechó una pena máxima para abrir brecha.
No estaba todo dicho en la primera mitad, puesto que Fran recortó distancias en el minuto 38 y comprimir de nuevo el partido.
Pese al aviso de los primeros 45 minutos, El Palo no pudo evitar lo irremediable. Toni, desde fuera del área, enganchó un lanzamiento que puso el 3-3 en el eletrónico.
El Palo se volcó, pero sin mucho tino. Pepe Capitán fue quien estuvo más cerca minutos antes de que Álex Barrera viera la cartulina roja.
Cuando agonizaba la noche, llegó el tercer penalti. Sin embargo, San Ignacio se quedó helado viendo cómo Pozo le adivinaba las intenciones a Durán. Con ese sabor frío se cerró un encuentro con demasiados elementos en contra para los malagueños.