La UD Lanzarote dice basta. El conjunto canario se ve gravemente perjudicado por la decisión de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de reanudar la competición en la Tercera División canaria una vez la tercera ola ha comenzado a remitir. La isla lanzaroteña no goza de tan buena salud y se encuentra en nivel 4 de alerta, por lo que no se pueden llevar a cabo competiciones deportivas.
De esta forma, todo el grupo de Tercera División de las Islas Canarias retoma la competición mientras que el Lanzarote se ve condenado a detener su actividad hasta que no se reduzca hasta el nivel 2 de alerta. Un agravio comparativo respecto al resto de clubes competidores que terminará en una demanda contra la RFEF.
Desde el club afirman que no juegan en igualdad de condiciones, ya que posteriormente deberán concatenar una gran cantidad de encuentros en pocos días, lo que podría lastrar al Lanzarote en su lucha por evitar caer en fase de descenso a la primera categoría regional canaria.