Nada menos que siete goles se han visto en el Stade Saint-Symphorien de Metz, pero todos en la misma portería, la que defendía un desafortunado Didillon.
El Mónaco se adelantó muy temprano gracias a un gol de Lemar cuando no llevábamos ni diez minutos de partido. Germain duplicó la ventaja en el '22 y Bernardo Silva anotó el tercero antes del descanso.
Ya parecía un castigo duro, pero lo peor para el Metz estaba por llegar. A la hora de partido perdió a Doukoré por roja directa y empezó el festival monegasco.
Fabinho convirtió ocho minutos más tarde un penalti, Carillo hizo un doblete en diez minutos y Boschilia anotó el séptimo al filo del final.
Una goleada tan abultada como inesperada que coloca al Mónaco como el nuevo líder de la Ligue 1, aunque sea de manera provisional hasta que se resuelvan los encuentros que faltan de esta jornada.
El Metz dormirá hoy séptimo, una posición dentro de la 'zona noble', por lo que esta goleada duele más.