El PSG vuelve a infundir terror y avisa a Europa

Cuando el subcampeón de Europa mete la directa, se nota. Si algo tiene el PSG es mordiente, y este viernes sacó todo su arsenal a relucir para conseguir tres puntos clave para seguir ascendiendo en la Ligue 1, en el estreno de los flagrantes fichajes Kean y Rafinha, y con un Pablo Sarabia que se convirtió en la mejor pareja asociativa para la apisonadora de Mbappé.
El Nîmes puse las ganas del inicio. Poco más se le puede pedir a un equipo que estuvo sujeto durante el segundo tiempo a los movimientos de un PSG que jugaba a su antojo, en parte por la tempranera expulsión de Landre, que le hizo un gran favor a los de Tuchel, aunque no tanto así a Rafinha, que se llevó el recuerdo de los tacos del defensor del Nîmes en su costado.
Así se vuelve bien del parón de selecciones, y en el horizonte, el Manchester United como rival en el Parque de los Príncipes para la primera jornada de la Champions League. Ante el Nîmes, el PSG resolvió bien la papeleta: no solo venció, también se llevó un carro de buenas sensaciones a partir del minuto 32, cuando Mbappé estrenó el marcador a pase magistral de Rafinha.
Kean y Rafinha tuvieron un debut notable. El brasileño brilló con luz propia y demostró que puede hacer estragos esta temporada a las órdenes de Tuchel. Se entendió a la perfección con Mbappé y espera hacerlo con Neymar cuando el '10' esté en óptimas condiciones para jugar tras los viajes con la Selección de Brasil.
Reynet salvó bajo los palos al Nîmes al filo del descanso. Lo del PSG pudo ser una goleada humillante, pero el guardameta evitó los goles de Kean, Gueye, Mbappé y Florenzi. Era un acoso y derribo lo del equipo parisino, que sin embargo no fue con todo en el partido. Se reservó un poco de energía para el tramo de la temporada que se le avecina. Y con eso le bastó.
Tras el paso por vestuarios, el partido tornó aún más a color del PSG, que dominaba los tiempos del choque como quería. Ander Herrera, que sustituyó a Paredes por lesión del argentino, fue el director de orquesta, mientras que Rafinha, cambiado en el 58', Mbappé y Sarabia hicieron y deshicieron a antojo de estos tres genios que ha juntado Tuchel.
Pese al claro dominio, el PSG no transformaría esa superioridad hasta a partir del minuto 78 de encuentro, cuando Sarabia remató de cabeza y Florenzi, que ya antes tuvo dos palos, se coló como si de Van Basten se tratara para finiquitar la cita para los dos equipos. Luego, Mbappé aprovechó un mano a mano para el 0-3 por cortesía de Sarabia, que fue el encargado del 0-4 con un disparo raso y potente. Este PSG sí que da miedo...