Y tal como se desarrolló el partido es posible que los hombres de Hajime Moriyasu no hayan quedado del todo contentos con el resultado, ya que llegaron a ponerse hasta en dos ocasiones por delante en el marcador. Cosas del fútbol.
Pero a Uruguay, en competitividad, no le gana nadie. En colmillo, en osadía, en coraje, en todo eso y más la 'Celeste' siempre estará un escalón por encima, por lo que debes contar con ello a la hora de plantear cualquier partido.
Tabárez repitió alineación, aunque situó a Torreira por Matías Vecino en la sala de máquinas. Más contundencia en la medular y mayor rigor táctico, aunque Japón decidió prescindir de Kubo para este partido. Y salió bien.
La sorpresa inundó el Arena do Gremio de Porto Alegre cuando Miyoshi, que recibió muy liberado dentro del área, dribló bien a Laxalt y desenfundó un potente disparo con la diestra para batir a Muslera.
Japón, ensimismada con el resultado, pecó de falta de concentración en la jugada siguiente y dio pie a un penalti sobre Cavani. El colegiado confirmó la pena máxima desde el monitor del VAR y Suárez no falló.
El partido volvía a los inicios demasiado pronto, sin tiempo para el bando nipón a relamerse, si bien también tuvieron que agradecerle al larguero no marcharse al descanso por debajo en el marcador.
Cuestión de centímetros. Cavani-Suárez, Suárez-Cavani, entre los dos eran capaces de fabricar cualquier jugada de ataque para la 'Celeste', cualquiera de los dos se antobaja demasiado rudo para la sofisticada defensa asiática.
Salvaron el primer tiempo y, espoleados por su propio rebufo de buenas sensaciones, volvieron a golpear en la segunda mitad. Muslera, que se convirtió en el portero uruguayo con más partidos en Copa América, celebró el récord con un fallo que pudo costar muy caro a los suyos.
Miyoshi, en el lugar y el momento adecuados, certificó su doblete empujando la bola a la red. Pero Uruguay es infatigable: mejor que ninguno, duro rival para todos.
Lodeiro volvió a hacer uso de su zurda y midió un córner a la carrera de Giménez. El cabezazo del 'colchonero' entró limpio al segundo palo. Imposible para un Kawashima que apenas cinco minutos atrás le había sacado un mano a mano a Cavani.
Corría la hora de encuentro con 2-2 y las filosofías de uno y otra quedaron más latentes que nunca antes. Japón recuperaba y salía; Uruguay, a tropincones, con poco pase, con predominio del centro al área, enloqueció con la posibilidad de los tres puntos.
Pero el 'Maestro' pecó de prudencia. Tal vez porque tenía más que perder que de ganar y sacó a Valverde en detrimento de Lodeiro. Ahí se acabó la poca lógica que había en su fútbol.
Con demasiado corazón, la 'Celeste' chocó una y otra vez con la zaga japonesa, 'contenta' por poder salvar el punto. El cuadro de Hajime Moriyasu se guarda un as en la manga y aún tendrá posibilidades para pasar de ronda en la última jornada, ante Ecuador.
Uruguay será primera, pero a expensas de lo que haga Chile ante el 'Tricolor'. Se le puede hacer daño a los espartanos charrúas, pero no demasiado.