El Deportivo de la Coruña volvió a caer en casa ante un rival de la zona baja y demostró que los problemas del equipo gallego iban mucho más allá de Natxo.
La llegada de Martí no ha mejorado las sensaciones de un equipo a la deriva y que tiene muy complicado colarse en el 'play off'. El último en llevarse un alegrón de Riazor fue el Extremadura, que tampoco necesitó un espectacular desempeño para triunfar en un estadio casi en llamas.
Los locales se perdieron en posesiones estériles al principio y tampoco aprovecharon las ocasiones de que dispusieron, con Quique tan presente como poco acertado.
El equipo extremeño amagó con un chut de Kike Márquez que tuvo que despejar Dani Giménez y dio a la siguiente, en un centro de Bastos que Olabe empujó muy solo a la red. El final de la primera parte exigió a un Extremadura que sufrió en esa fase ante el Deportivo, con Casto como protagonista.
Tras el descanso, los gallegos siguieron llegando por aplastamiento más que por fluidez. Quique perdonó el 1-1 y un centro de Borja Valle tocado por Bastos se estrelló en el palo en lo que fueron las más claras del segundo acto.
A media hora del final, el Deportivo se empeñó en complicarse aún más las cosas. Un chut inocente y desde muy lejos de Pardo se le coló por debajo de las piernas a Dani Giménez y puso todo aún más cuesta arriba para los de Martí.
Aunque el Dépor anotaría al final por mediación de Christian Santos, no llegó a tiempo de evitar un nuevo desastre como local. Si los anteriores tuvieron poca repercusión en la tabla, este sí que empieza a dejar cortado al equipo coruñés hasta del 'play off'.
Todo lo contrario que un Extremadura enrachado y que dormirá esta jornada fuera de los puestos de descenso a Segunda B.