El culebrón Horta está llegando a su fin y el resultado no parece ser el esperado. El cierre final del mercado y la batalla que se ha mantenido durante todo el verano en los despachos ha erosionado demasiado las relaciones entre las partes y ahora mismo está más cercana la ruptura del preacuerdo entre el Sporting de Braga y el Benfica por Ricardo Horta que cualquier escenario positivo. Una ruptura evidente a tenor de las continuar trabas que ha puesto Antonio Salvador, presidente bracarense, que no ha dado luz verde a la operación -tasada en 17,5 millones de euros mas el traspaso de Gil Dias- por no querer cumplir con los porcentajes que tienen otras partes en el traspaso, como el Málaga CF.
Los últimos acontecimientos habrían precipitado la ruptura, pero lo cierto es que se viene mascando el desenlace desde hace semanas. La visita de Carlos Gonçalves, representante de Horta, en Málaga no ha servido para nada. O al menos para quedar claro que la pelota siempre ha estado en el tejado de Salvador y que su negativa a vender corresponde a la reducida cantidad que percibirá el Braga por la venta de su mejor jugador.
Según apuntan los medios lusos ‘A Bola’ y ‘Record’, el Benfica ya ha comenzado a mover ficha en busca de otras opciones en el mercado. Rui Costa, presidente de las Águilas, se ha cansado de esperar y a la vista de que no habría manera de desencallar la operación, pone en marcha alternativas. Incluso se apunta a un ultimátum, que atendería a este fin de semana.
El Málaga CF sigue siendo un espectador en esta operación. No ha tenido capacidad de decisión nunca, pero está dispuesto a actuar. El club tiene la intención de acudir a la FIFA al término del mercado si finalmente Ricardo Horta no sale traspasado. Una de las cláusulas del contrato apuntaba a que el club del Minho tenía que aceptar la venta de Horta con una oferta superior a los 5 millones de euros, o tendría que indemnizar al Málaga CF con ello. José María Muñoz está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias.
Así las cosas, y aunque pueda parecer otra medida de presión de los medios lusos que han jugado un papel decisivo en esta operación, todo hace indicar que el ‘caso Horta’ está viviendo sus últimos coletazos para mal… o para bien. El paso del tiempo lo dirá.