Hay equipos que están empeñados en sufrir como el Valencia. El cuadro 'che', que está viviendo una temporada muy difícil a nivel institucional y deportivo, fue capaz de sacar la cabeza ante el Valladolid justo cuando el partido estaba muriendo y cuando todo indicaba que iba a finalizar en tablas.
El encargado de ayudar a su club a levantarse de la lona fue Javi Guerra, un chico de 19 años criado en Paterna. Apenas llevaba cuatro minutos en el campo y el canterano fue el encargado de firmar no solo un gol, sino un golazo que levantó de sus asientos a todos el valencianismo.
Un tanto agónico, de los que hacen época por el significado que tiene en plena lucha por la salvación. Ilaix Moriba, otro de los que entró al final, buscó a su compañero y este, muy lejos del área, pegó un recorte, ganó zancada y cruzó la pelota al otro palo ante el que nada pudo hacer Masip.
Un Masip que fue el otro protagonista del partido, al confiarse en un cabezazo de Diakhaby que acabó costándole el gol del empate al Valladolid. Esa fue la antesala de lo que iba a llegar después en pleno éxtasis en Mestalla, gracias a un chico que a buen seguro no podrá dormir en las próximas semanas.
De regalos se vive
El Valencia, que llegaba a la cita con el Valladolid con muchas urgencias porque ocupaba puestos de descenso, salió al campo con muchos nervios y eso se vio a los 6 minutos con el grosero error de Diakhaby. El francés, que pensó la acción antes de tener el balón en sus pies, perdió la pelota ante Larin y el canadiense, que se cruzó, batió con suma tranquilidad a Mamardashvili.
Mazazo para el cuadro 'che', que intentó reaccionar para intentar evitar un descalabro con mayúsculas. Sin embargo, el conjunto pucelano estuvo muy sólido atrás y con mucha confianza, lo que privaba al equipo de Rubén Baraja de poder gozar de ocasiones claras para empatar la contienda.
El Valladolid trató de jugar con la ansiedad y el estado anímico de su oponente y Escudero casi firmó el gol de la jornada desde su campo. Pilló desprevenido al cancerbero y solo le faltaron unos centímetros para el 0-2.
Ya cerca del final del primer acto, el Valencia empezó a recomponerse sin conseguir premio alguno. Tras la reanudación, Hugo Duro saltó al campo y le dio una mayor mordiente en ataque a su equipo, lo que permitió al cuadro 'che' salir con mucha más intensidad.
Diakhaby, que todavía estaba dándole vueltas a la cabeza a ese error del 0-1, pudo redimirse con el 1-1 en una acción desafortunada para el Valladolid. El francés cabeceó sin oposición un buen balón desde la derecha y Masip, que creyó que la pelota iba fuera, la dejó pasar y se coló por el palo derecho.
El Valencia aprovechó ese regalo que le dio el guardameta para tener una vida extra, que fue a más gracias a Javi Guerra. El canterano salió en el 89' y en el 93' desató la locura en Mestalla con un tanto extraordinario.
El chico de Paterna cogió el cuero muy lejos de la portería y se abrió paso ante unos rivales para sacar un latigazo con la pierna izquierda -la mala- que se coló por toda la escuadra. Locura final y tres puntos de oro para un Valencia que salió del descenso y demostró que seguirá dando guerra. El Valladolid, que fue de más a menos, todavía tiene que cerrar la permanencia.