David de Gea (España)
El portero español no anduvo fino ante Portugal. El grosero error en el segundo tanto de Cristiano le marcó para el resto del choque, mostrándose inseguro y nervioso hasta el pitido final.
Mats Hummels (Alemania)
Alemania fue sorprendida por México y sus rápidas contras que acabaron por decidir el partido. En ellas, Hummels se vio superado por la movilidad de Chicharito y Lozano, entre otros.
Davinson Sánchez (Colombia)
De la actuación del central del Tottenham nacen la mayoría de razones que explican la derrota de Colombia. Un error de Davinson a los tres minutos dio lugar a la expulsión de Carlos Sánchez y, por ende, al principio del fin para los suyos.
Kyle Walker (Inglaterra)
Harry Kane libró a Kyle Walker de un castigo mayor. El defensa cometió un innecesario penalti que le dio el empate a Túnez antes del descanso y a punto estuvo de costarle dos puntos a los suyos.
Carlos Sánchez (Colombia)
Poco puedes hacer para salir de este once si apenas duras 180 segundos sobre el campo en una jugada en la que, además, cualquier opción parecía mejor que el penalti y expulsión con 87 minutos por delante.
Lucas Biglia (Argentina)
Islandia se encerró ante el temible ataque de Argentina y los Messi, Agüero o Di María no recibieron ayuda alguna desde la medular. Biglia volvió a mostrarse plano, sin fútbol y sin aportar nada diferente. Banega lo sustituyó y evidenció aún más al del Milan.
Raheem Sterling (Inglaterra)
El inicio de Inglaterra ante Túnez fue más que notable, con dinámicos ataques y una acumulación de ocasiones. Sin embargo, en muchas de ellas, al aparecer Sterling, se esfumaba el peligro. Tuvo un fallo inexplicable que sólo salvó el banderín del juez de línea.
Ángrel di María (Argentina)
Uno de los señalados del empate de Argentina ante Islandia. Sus cualidades parecían las más indicadas para romper las sólidas líneas defensivas de los europeos, pero nada más lejos de la realidad. Pavón le sustituyó y, en apenas unos minutos, dio más sensación de peligro.
Aziz Bouhaddouz (Marruecos)
Pocas pesadillas se habrán aproximado más a la que vivió Bouhaddouz ante Irán. Salió suplente y, en 13 minutos que estuvo sobre el césped, el delantero marcó un autogol en el descuento para que Marruecos perdiera el partido más fácil del grupo.
Leo Messi (Argentina)
La repercusión y las elevadas expectativas hacen mucho para que Messi esté aquí, pero el penalti fallado habría cambiado la historia notablemente. Lo intentó, lo buscaron y fue, de nuevo, la única luz tenue del barco de la 'Albiceleste', pero no fue bastante.
Luis Suárez (Uruguay)
El 'charrúa' se mostró impreciso, fallón y, por último, desesperado por todo ello. Mandó al limbo varias ocasiones claras que habrían ahorrado la angustia uruguaya, que sólo se esfumó en el 89' con el tanto de Giménez.