Edu Espiau, con diez minutos en el campo de juego, fue el artífice para que la Ponferradina venza por 0-1 al Albacete en el Carlos Belmonte. Los locales tuvieron las mejores ocasiones, pero sin dejar de lado al goleador del encuentro, la figura fue el portero Makaridze.
Tras tres duelos sin conocer el triunfo, los 'Bercianos' necesitaron de 91 minutos para llegar al gol y volver a la senda de la victoria. El equipo dirigido por José Gomes fue claramente superado durante 75 minutos de juego, pero tras la expulsión de Riki, el partido dio un giro de 360 grados.
El Albacete tuvo las mejores situaciones para abrir el marcador. Juanma en dos oportunidades y Fuster tuvieron en sus pies y cabezas la apertura del marcador a favor del equipo dirigido por Rubén Albés, pero siempre aparecía Makaridze para salvar a la Ponfe.
Llegaba el descanso con el marcador igualado, pero un resultado mentiroso por el trámite del encuentro.
El comienzo de la segunda mitad fue con la misma tónica que la primera. Mucho control de balón del Albacete y la Ponferradina se replegó en su campo buscando algún espacio que deje el local para contragolpear y llegar al gol.
Los equipos empezaron a realizar modificaciones para intentar abrir el luminoso, pero el juego empezaba a ser friccionado. El colegiado enseñó hasta ocho cartulinas amarillas, dos para el cuadro local y seis para la visita.
Pero el minuto 75 fue un antes y un después en el encuentro. A Riki Rodríguez se le enseñó la tarjeta roja y dejó a su equipo, a falta de 15 minutos, con un hombre de menos.
José Gomes vio la luz al final del túnel. Movió el banquillo porque sabía que podía conseguir la victoria. Ingresó el salvador de la noche, tanto para los presentes como para los que estaban en casa mirando el partido.
Espiau entró en el 80' y la Ponfe tuvo las mejores ocasiones. Naranjo, hasta en dos oportunidades, pudo abrir el marcador, pero la mala puntería y la mano salvadora de Makaridze evitaba que el marcador viera un tanto.
Fue hasta el 91', con cinco minutos de agregado, que una jugada por el costado derecho dio paso al único gol del partido. Paris Adot lanzó un centro medido y ajustado al área pequeña del Albacete y Espiau anticipó a su marcador para mandar el cabezazo cruzado al fondo de la red.
La Ponferradina llegaba al gol cuando lo merecía. Porque en esos minutos finales, con un hombre de más, sí que generó peligro en el arco defendido por Makaridze.
Con el resultado final, el Albacete llegó a su segunda caída consecutiva, mientras que la visita volvió al triunfo tras tres derrotas seguidas.