La guerra Tuchel-Conte ha empezado. Sus equipos empataron en la segunda jornada de la Premier League en un cara a cara aguerrido, polémico y lleno de tensión. Harry Kane decidió el resultado final, de 2-2, con un gol de cabeza sobre la bocina. El Tottenham Hotspur se había metido en el choque gracias a un tanto que nació de una muy posible falta y el Chelsea se quedó con las ganas de cosechar un triunfo que había tenido por dos veces en sus manos.
La última vez que esto sucedió, con el 2-1 para los 'blues'; el lío comenzó con el 1-1. Cuando los de Thomas Tuchel mandaban bajo el punto de vista del marcador y de las sensaciones en el campo, los de Antonio Conte consiguieron empatar con un disparo raso de Hojbjerg desde fuera del área. El problema, que la jugada había surgido de una tarascada de Bentancur a Havertz para recuperar la pelota.
El 'spur' segó la pierna de su par en su campo para hacerse con la posesión, pero el colegiado, que no se encontraba muy lejos, no consideró el contacto punible. De esta manera y mientras Havertz se desgañitaba en gritarle al cuarto árbitro, los visitantes continuaron hilando pases hasta que su '5' materializó las tablas.
Las consecuencias de que este tanto fuera legal las recogió el punto intermedio entre los dos banquillos, que hizo de telón de fondo de un careo de máxima tensión. Conte, efusivo como le caracteriza, se acercó a los asientos rivales para celebrar la diana, cosa que sentó fatal a Tuchel, quien se encontraba cerca porque estaba discutiendo con uno de los colegiados. Acabó señalando con el dedo a su homólogo.
Afortunadamente para él, le llegó el momento de la revancha gracias a Reece James, que anotó el que parecía el gol de la victoria para los suyos. Unos minutos más tarde de toda esta polémica, en el 77', el '24' recibió un balón raso de Sterling a un costado del área y no se complicó para batir a Hugo Lloris. De ahí en adelante, traca final, multitud de cambios y tablas sobre la bocina con amago de pelea entre los entrenadores.
El desaguisado quitó protagonismo a la dupla 'Cucubaly'
La polémica y la discusión Conte-Tuchel-árbitro será lo que más destaque y lo que más dé de qué hablar en los próximos días, pero, hasta que sucedió, el encuentro estaba siendo muy interesante, sobre todo para Marc Cucurella y Kalidou Koulibaly, que habían conectado para abrir la lata. Además, lo hicieron en un momento clave.
El Tottenham había empezado mejor y tan solo cedió terreno con el paso del tiempo, aunque esto no implicaba que los locales dominaran de manera clara. Fueron llegando cada vez con más peligro hasta que una acción de genialidad doble de sus fichajes decantó la balanza. El ex del Brighton dispuso un centro genial y su compañero lo remató con maestría.
Probablemente, lo habían ensayado en el campo de entrenamiento. El español envió la pelota medida a una zona del área donde esperaba el ex del Nápoles, listo para empalar de volea el esférico y mandarlo a la red de Lloris, que no pudo hacer nada para evitar un tanto que acabaría olvidado y enterrado entre líos y goles de después.
Empate 'in extremis' y conato de pelea
Con lo equilibrado e igualado que arrancó el encuentro, llamó el doble la atención su desenlace, 'in extremis' y plagado de tensión. Cuando el Chelsea parecía haber superado el lío arbitral previo para dejar amarrados los tres puntos, los de Conte apretaron para cosechar un punto que llegó en la última jugada del encuentro.
Harry Kane subió a rematar y logró mandar el balón a la meta de Mendy con 'ayuda' de Reece James, que, héroe de los suyos cuando parecía que había marcado el gol de la victoria, hizo de villano esta vez para echar por tierra, sin querer y sin tiempo para reaccionar, el triunfo. El '10' visitante lo celebró con euforia y la contagió a su banquillo.
De hecho, con el pitido final ya dado, los dos técnicos se acercaron para darse la mano y terminaron encarándose frente con frente, desde muy cerca. Los compañeros de ambos tuvieron que acercarse para separarles y formaron un panorama que, aunque entretenido para echarle picante a la jornada, dejó las relaciones entre los estrategas y los clubes en entredicho.