El Borussia Dortmund se llevó la DFB-Pokal y lo hizo con tremenda superioridad en relación a un RB Leipzig de Julian Nagelsmann que decepcionó.
Erling Haaland, que volvía de lesión, fue, para variar, gran protagonista del choque. Hizo el 0-2, un auténtico golazo en el que quedó clara toda su potencia, en la primera mitad, pero no se quedó ahí.
Estuvo algo más gris en la segunda, aunque le puso broche a su actuación con el 1-4, anotado ya en los últimos compases de la final.
El ariete noruego confirmó su enorme olfato de gol en la acción, y también su velocidad. Arrancó la jugada con un despeje en área propia, con el RB Leipzig volcado, y la culminó en la frontal contraria.
La diana, eso sí, fue un completo churro. Haaland se resbaló, su tiro con la zurda le dio en el pie de apoyo y se convirtió en un lanzamiento imposible para Gulácsi.
May 13, 2021