Marcel Halstenberg encontró la manera perfecta para hacer su primer gol con la 'Mannschaft' y abrió la lata en Windsor Park.
Seguramente era el partido más importante de Alemania en esta fase de grupos, teniendo en sus manos la posibilidad de igualar a la líder Irlanda del Norte.
En una jugada que fue de lateral a lateral, Klostermann, que la tuvo segundos antes, centró al segundo palo para el remate de un Werner que nunca llegó.
La pelota quedó muerta en el área, pero allí apareció el '16', golpeando la pelota con violencia al bote pronto. El balón se coló por la escuadra contraria, haciendo imposible la estirada de Peacock-Farrell.