Muchas son las historias que hay detrás de cada futbolista. Algunas, como la de Matt Piper, más duras que otras.
Matt Piper era una de las perlas del Leicester. Jugaba en la entidad 'fox' allá por el año 1981. Poco a poco fue creciendo y llegó al primer equipo, ganando 218.000 euros a la semana, afirma 'Marca'.
Pasó después por otros equipos como el Mansfield Town y el Sunderland. Tuvo que retirarse por problemas en la rodilla.
"El médico me dijo que mi rodilla podría aguantar tres o cuatro años más jugando al fútbol. Si lo hacía, probablemente con 40 no podría andar", recordó Matt Piper.
Así pues, no le quedó otra que colgar las botas. Y se le hizo demasiado duro... Se refugió en el alcohol. Consumía valium y bebía una botella de whisky día tras día.
"Me despertaba con resaca y pensaba que, si bebía un trago más, olvidaría mis problemas", contó Matt Piper a 'The Athletic'. Eso hizo que su ex pareja alejara a sus hijos de él. "No me extraña que lo hiciera, me pasaba el día borracho", reconoció.
Su madre decidió entonces de aquel agujero y optó porque visitara la clínica Sporting Chance. Esta fue creada por Tony Adams, otra leyenda del Arsenal que cayó en el alcoholismo. Allí conoció a Madden, un caballo que le salvó la vida.
Madden se convirtió en el mejor amigo de Piper. Él tenía que responsabilizarse del caballo. Limpiarle, ponerle las herraduras y pasear con él se convirtieron en su día a día. Y así fue cómo esa amistad terminó por sacar a Piper del agujero en el que se había metido.
Ahora, el ex jugador, que está a punto de cumplir 38 años, tiene una academia de fútbol para niños y está totalmente recuperado. Madden le devolvió la vida.