En septiembre, la situación del Real Madrid en su delantera era bien distinta. Zinedine Zidane tenía claro que, si alguien tenía que irse, ese era Jovic, no Mayoral. De ahí que su agente, tal y como cuenta 'Marca', le buscara nuevo equipo en la ventana de traspasos.
El problema fue que no llegó ni una oferta por él, mientras que, por el español, no paraban de recibir propuestas. De ahí que fuera él al final quien cambió de colores y concretó su cesión a la Roma, donde espera encontrar los minutos de los que no iba a disponer en España.
Esa es justo la condición que ponía Luka para su nuevo club: que fuera más protagonista que como 'merengue'. Nadie se interesó por él lo suficiente como para ofrecérselo, así que se vio obligado a esperar sentado y ver cómo sí que llamaba la atención su compañero.
Y eso le lleva a la actualidad, en la que parece que Zidane ha decidido darle un voto de confianza. Muestras de ello son sus últimas titularidades. Eso sí, el serbio todavía no está mostrando ese nivel del que presumía en el Eintracht y que hizo que acabara vistiendo de blanco.