Julen Guerrero, la traición al más leal de los leones

Julen Guerrero llegó al Athletic con sólo ocho años. Pasó por todas las categorías del club bilbaíno hasta que Jupp Heynckes le dio la alternativa en 1992, con sólo 18 años.
Tuvo el debut soñado: suyo fue el gol de la victoria de los 'leones' ante el Cádiz, en un partido que terminó 2-1. Llegó al primer equipo para quedarse, demostrando ser un mediapunta con gran olfato goleador. 116 goles en 430 partidos le avalan.
Disputó dos Mundiales y una Eurocopa con España, los de 1994 y 1998 y la Eurocopa del '96 entre ambos. Pero su estrella sufrió un súbito revés conforme el Siglo XX empezaba a declinar.
En la temporada 1999-2000 perdió la titularidad en el Athletic, y en octubre del año 2000 jugó su último partido como internacional. Con sólo 26 años empezó su declive. Luis Fernández le sentenció.
¿Qué pasó para que una de las grandes figuras del vestuario rojiblanco pasase del cielo al infierno de golpe? Mucho se ha hablado al respecto, pero no hay ninguna explicación oficial.
A partir de 2002 llegó incluso a caerse de las convocatorias. Y, pese a todo, Julen siguió fiel al Athletic. Y no por falta de ofertas, desde luego.
Real Madrid, Barcelona, Lazio o Inter de Milán llamaron a su puerta, pero él sólo quería seguir en el Athletic Club. Se dice que el Madrid le presentó un cheque en blanco, pero prefirió jugar en San Mamés con un sueldo más bajo. Amor a unos colores por encima de todo.
Al terminar la temporada 2005-06, con un año todavía de contrato, Julen Guerrero dio la rueda de prensa que nadie desea dar, en la que anunció su retirada. Con sólo 32 años, 'la Perla de Lezama' colgaba las botas.