Tras la marcha de Eden Hazard al Real Madrid, el ex del Leicester se ha convertido en el futbolista más importante de la plantilla que actualmente dirige Frank Lampard.
Evidentemente, Kanté no tiene a priori la misma facilidad para interferir en el desarrollo de un partido como el belga, por eso ha dado un paso adelante. A nivel posicional y de responsabilidad.
El francés volvió al equipo un mes después de su última aparición con el Chelsea y fue el mejor de los 28 ante el Liverpool, anotando además un gol que dio vida a su equipo.
El resultado terminó siendo adverso, pero abrió la mente de la afición sobre la importancia del mediocentro en la plantilla, al que ahora consideran el último futbolista de talla mundial que queda en Stamford Brigde.
Incluso su rival, Jürgen Klopp, se rindió a él después del partido: "Kanté puede jugar durante los próximos 20 años. Espero que se mantenga en forma porque es, realmente, un gran jugador".
Se trata de la primera gran esperanza del Chelsea a la hora de intentar clasificarse para la Champions League, un objetivo para el que tendrá que sudar dadas las dificultades que han sufrido este verano.