Faltaban cuatro minutos más el tiempo añadido. El cuadro de Tuchel había remontado de manera exprés y los locales, en inferioridad numérica, atacaban por la banda derecha. De pronto, Keylor Navas empezó a hacer señales y se agachó. ¿Qué había pasado?
Keylor Navas, obviamente sin esperarlo, recibió el impacto de un objeto lanzado desde la grada e inmediatamente cayó al suelo. Aunque no le impactó de lleno, sí fue lo suficiente como para hacerle daño. Parecía un botellazo.
En las imágenes del partido se aprecia claramente cómo el objeto, que le viene desde atrás, le pasa junto a la cabeza antes de acabar sobre el terreno de juego.
El colegiado del encuentro enseguida interrumpió el choque y ordenó a las asistencias médicas que ingresaran al terreno de juego para tratar al portero.
Por suerte, no fue algo grave. Se vio consciente a Keylor en todo momento y apenas un par de minutos después se puso en pie con visos de normalidad. Mientras, el árbitro se dirigía al banquillo con el objeto en mano para informar de lo ocurrido, lo cual derivará en una sanción económica para el Montpellier, y quién sabe si también en el cierre parcial o total del estadio.
Una vez atendido por los servicios médicos sobre el césped, se comprobó el daño del objeto gracias a la marca que le quedó al guardameta del PSG en la frente.
Tras ello, la tensión no cesó. El saque de esquina a favor de los locales volvió a demorarse debido a una pequeña trifulca dentro del área que amagó con acabar en tangana, aunque no fue a más.
Minutos después, se llegó al final del duelo, con triunfo de los de Tuchel, y un Keylor que aguantó sin señales de mareos sobre el campo.