El Barcelona sufrió en Nápoles por su poca profundidad. El equipo azulgrana encajó el 1-0 en el primer tiro del partido, pero hubo más ocasiones del cuadro de Gattuso antes de que el Barça despertara definitivamente.
Si bien en el primer tanto del partido pudo estar un poco mejor, pues el tiro de Mertens iba algo centrado, Marc-André Ter Stegen se redimió con una doble parada en la segunda parte.
Primero, evitó el tanto de un Lorenzo Insigne que se fue casi como quiso de Nélson Semedo y Gerard Piqué. Pero la parada más importante del alemán tuvo lugar justo después del empate de Antoine Griezmann.
José Callejón se quedó solo en el área tras un error de Sergio Busquets y el portero del Barcelona se le echó encima con una rapidez brutal para tapar con el costado el tiro del español.