Francia parecía tener todo para conquistar el Europeo: un conjunto plagado de jugadores de alto nivel técnico, desarrollado físicamente y con la figura goleadora del torneo, Aouchiche, que llegaba a las semifinales tras haber marcado nueve goles.
Por si fuera poco, el sistema del equipo de Jean Claude Giuntini, con dos líneas de cuatro y los extremos ocupando los carriles exteriores, le permitió presionar de forma incesante la salida de balón italiana, que no se acercó a la portería de Melvin Zinga en la primera mitad.
En ese contexto emergió la figura de Enzo Millot, el joven centrocampista del Mónaco que hizo de su mejor dote toda una virtud. Si por algo se caracteriza el pivote nacido en Le Chesnay es por su capacidad para llegar al área y sorprender desde la segunda línea. Y así encontró Francia la ventaja en el marcador.
Y cuando todos esperaban a que la que estaba siendo la estrella del torneo finiquitara el partido, apareció Sebastiano Esposito para volver a ser determinante e inventarse otro golazo de falta directa, al filo del descanso, que igualó el marcador y golpeó anímicamente al combinado francés.
Con el empate luciendo en el luminoso del Tallaght Stadium, el equipo de Carmine Nunziata volvió a repetir uno de esos ejercicios a los que ya han acostumbrado al público irlandés desde el comienzo del torneo. Italia se replegó sobre la posición de Simone Panada, mediocentro del Atalanta, con Pirola y Della Mura por detrás y Brentan, Udogie y Tongya rodeándole.
A pesar de Georginio Rutter, delantero del Rennes, ofreció opciones y se atrevió a encarar a la defensa italiana, los 'azzurri' no sufrieron y empezaron a minimizar a su rival. Francia no encontraba soluciones grupales y fue abriendo espacios que Esposito siempre supo detectar.
Con la entrada de Samuel Giovane -nacido en el año 2003-, Italia terminó de castigar la espalda de la defensa francesa y Udogie certificó con su gol lo que su equipo había dejado entrever en las rondas previas: cada ocasión de gol de los italianos termina dentro de la portería de sus rivales.
La selección 'azzurri' es un equipo ultracompetitivo y optimizado. Trabajado desde el rigor táctico y la solidaridad del colectivo. Sólido, como ya ha demostrado a lo largo del torneo, pero eficaz y eficiente por igual. Dos remates a portería bastaron para apear a Francia del torneo y transformar los tantos que les clasifican a la reedición de la final de 2018.
Un año después, Italia volverá a encontrarse con Países Bajos para vengarse de la selección neerlandesa que les arrebató el triunfo en la tanda de penaltis. Será el próximo domingo 19 de mayo a las 17.30h en el Tallaght Stadium.
Poco antes, Holanda eliminaba a España, otra de las favoritas, con un gol en las postrimerías del segundo periodo, ante el que los jugadores españoles no tuvieron tiempo material de responder.
- Ficha técnica:
1 - Francia: Zinga; Matsima, Altikulac (Soppy, m.84), Koulassi, Pembele; Millot, Agoume, Aouchiche (Théo Zidane, m.71); Traoré (Nsona Wa Saka, m.17, que fue sustituido por Bawka, en el m.84), Mbuku (Lihadji, m.71)y Rutter.
2 - Italia: Molla; Moretti, Pirola, Dalle Mura, Lamanna; Panada, Udogie, Brentan (Giovane, m.68); Tongya, Cudrig (Sekulov, m.68) y Esposito.
Goles: 1-0, m.41: Millot; 1-1, m.45: Esposito; 1-2, m.81: Udogie.
Árbitro: Mykola Balakin (Ucrania). Amonestó con tarjeta amarilla al italiano Panada (m.63).
Incidencias: Partido correspondiente a semifinales del Europeo sub17 de fútbol disputado en el Tallaght Stadium de Dublín, la capital de Irlanda.