La clasificación no miente. Sean las sensaciones mejores o peores, lo único claro e irrefutable es que el Real Madrid es el líder sólido de la Primera División.
El conjunto de Zinedine Zidane llega al nuevo parón por las fechas FIFA en lo más alto de la tabla y sin conocer la derrota tras ocho jornadas.
El triunfo ante el Granada por 4-2 ratificó la posición de dominancia del cuadro blanco, pero también la vía por la que se mantiene ahí: la del sufrimiento.
Y es que con excepción de su contundente triunfo en Vigo frente al Celta (1-3), todos los choques han sido bastante incómodos para el cuadro blanco.
Más allá de los tres empates ante Valladolid, Villarreal y Atleti, las victorias han llegado con un tremendo esfuerzo y suspense.
Ante el Levante, al igual que este sábado ante el Granada, el conjunto blanco llegó a dominar por 3-0 y terminó sufriendo de lo lindo.
Contra el cuadro valenciano Courtois fue el héroe al evitar el empate sobre la bocina. Por su lado, James brilló cerrando el último choque contra el equipo nazarí en el añadido.
Además, el duelo en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante el Sevilla se decidió por la mínima (0-1), con el cuadro 'merengue' resistiendo las embestidas finales hispalenses.
Otra excepción al sufrimiento habitual podría ser el 2-0 ante Osasuna, pero no fue un duelo fácil. El Madrid tuvo que picar piedra para hacerse con los tres puntos ante los de Pamplona.
En definitiva, los pupilos de Zidane están sudando cada punto que consiguen. Algo más positivo que negativo, ya que hasta el momento demuestra que el equipo sabe sufrir y sacar su mejor versión cuando las cosas se complican.