Para guinda de una semana de perros en 'can Barça', el conjunto azulgrana quedó eliminado en cuartos de la Copa del Rey a manos del Athletic. Un cabezazo de Iñaki Williams ayudado por Busquets se coló en la portería de Ter Stegen en el 93'.
No le quedó capacidad de reaccionar al equipo de Quique Setién, que se lleva así su primer gran golpe tras menos de un mes como entrenador del Barcelona. Por delante, el mano a mano con el Madrid (también eliminado) por la Liga y la Champions.
Al técnico cántabro se le quedaba un sabor agridulce. Decía que "todo fue bien menos el resultado". Y a decir verdad, todo pudo cambiar en una acción que se queda en la retina azulgrana. Leo Messi tuvo en sus botas el 0-1, pero el partido se convirtió al poco en el 1-0.
El argentino no fue mágico esta vez. En el minuto 88' de partido, Arthur se giró y filtró un pase limpio hacia el desmarque de Messi. Y en la ocasión más clara, su ocasión, la que habría metido en cualquier otro día en la oficina, erró.
Messi se acomodó el balón a la izquierda con el control y armó un disparo impreciso, algo centrado, que Unai Simón despejó con los pies en un reflejo felino (hay que decirlo todo). Se llevaba las manos a la cabeza el astro azulgrana.
Abidal, Bartomeu, la renovación, el primer estallido público de Leo Messi... y una ocasión repleta de turbulencias que se clava como un puñal más. Son los días más difíciles de este Barça.