Los 'reds', sin embargo, querían seguir escalando posiciones para estar más cerca de Europa. Klopp, con la mente ya puesto en el partido de Europa League, sacó a los suplentes.
Le salió bien la apuesta al técnico alemán. El partido empezó espeso, con falta de intensidad por ambos equipos, bien porque no se jugaban mucho o porque los visitantes ya miraban a otros objetivos.
Así estaban las cosas hasta que, en el minuto 41, Firmino adelantó a los 'reds'. Sturridge intentó hacer lo propio de tacón y el meta del Bournemouth lo evitó, pero el brasileño estaba atento y cogió el rechace.
Tan sólo cuatro minutos después llegaría el segundo de los de Klopp. Esta vez, Sturridge obtuvo el premio. Los locales cometieron una falta absurda que botó Jordon Ibe y el delantero remató con un fantástico cabezazo que Boruc no pudo detener.
Así llegó al descanso. El marcador quizás engañaba, pero el Liverpool había aprovechado bien sus ocasiones. Aún pudo haber marcado Sturridge otros dos, pero la madera lo impidió.
El Bournemouth salió bastante dormido tras la reanudación y, aunque al final despertó, ya era demasiado tarde. Ward tuvo que intervenir varias veces y lo hizo bien, pero los de Klopp podrían haber goleado.
Finalmente, en la prolongación, King obtuvo su merecido gol ante un lento Lucas Leiva con un potente disparo, pero ya no quedaba tiempo.
En la próxima jornada, el Bournemouth, duodécimo con 41 puntos, recibirá al Chelsea y el Liverpool, octavo con 51 puntos, al Newcastle de Benítez.