Aunque no se han vendido todavía todas las entradas para el derbi de este domingo, Atlético y Real Madrid se enfrentan con objetivos prácticamente iguales: la segunda posición está en juego.
El Madrid lleva desde el año 2012 sin lograr tumbar al Atlético en casa y en LaLiga, pero llegará enchufadísimo tras dar un paso de gigante hacia la semifinales de la Champions League.
Será el partido de la vuelta, porque en la ida se quedó un empate a cero que estuvo marcado por la sangre que derramó Sergio Ramos. El Metropolitano todavía no ha sido conquistado por el Madrid y el Atlético mantiene a salvo su bastión.
En 90 minutos, el árbitro sacó ocho tarjetas amarillas, aunque no hubo ningún expulsado (seis fueron para el Atlético y dos para el Madrid). En ese encuentro tuvo que abandonar Sergio Ramos el césped después de una fuerte patada de Lucas Hernández, que intentó despejar el balón cuando el camero metió la cabeza.
El capitán del Madrid tuvo que jugar los siguientes partidos con una máscara porque se rompió los huesos propios de la nariz, pero ya dejó claro que volvería a pasar por lo mismo: "Volvería a sangrar una y mil veces por este escudo y esta camiseta".
Este domingo, Lucas Hernández volverá a estar en el once oficial porque Filipe Luis sigue lesionado. El defensa del Atlético tendrá que enfrentarse de nuevo al capitán del Madrid que acabó sangrando en el Metropolitano.