"Mi padre llegaba a casa borracho todos los días"

Paulo Ferreira tuvo una infancia y adolescencia complicada. Tuvo que cuidar de su padre, que era alcohólico, en lo que daba los primeros pasos de su carrera como futbolista profesional. Contó lo más complicado de su vida en este sentido en una entrevista con 'Tribuna Expresso'.
"Mi padre era un alcohólico incluso entonces. Es complicado, pasé por una fase de mi infancia que no fue muy fácil, vi muchas cosas. Mi padre llegaba a casa borracho todos los días, a veces con puñetazos (se refería a marcas de puñetazos por haberse peleado), meados y yo tenía que llevarlo a casa a veces, cambiarlo, hacer los vendajes... Es algo complicado, así que el alcohol llegó más tarde en mi vida. A mi padre no le importaba mucho el fútbol por la situación, era mucho más mi madre", relató.
Y habló sobre el día en que se enteró de que había fallecido: "Sí, en la víspera del partido contra el Barcelona, en el estreno del Oporto. Estábamos en el entrenamiento de Olival y, al final del entrenamiento, Mourinho me llama y me dice que llame a Laura. Incluso estuvo en París en casa de mi hermano Delmar porque mi cuñada estaba embarazada de gemelos. Llamo y me da la noticia. Me fui a Cascais, fui al funeral y me fui pronto".
"Aunque Mourinho me dijo que volviera solo cuando estuviera en forma y listo, volví el día después del funeral. Hablé con mi madre y pensé que era mejor para mí volar y empezar a entrenar. También porque sabía que estaba bien acompañada, mis hermanos estaban con ella. Supongo que, para el fin de semana siguiente, ya estaba jugando", añadió.
Sobre su trato con Mou, afirmó: "Conocí a Mourinho porque su padre trabajaba en Vitória de Setúbal, muy buena gente. Mourinho deja el Benfica, se queda la segunda mitad del campeonato sin entrenar y casi siempre estaba en Setúbal, viendo prácticamente todos nuestros partidos en casa. Recuerdo haberle conocido, si no recuerdo mal, fue incluso en tiempos de Jesús".
Y, respecto a qué sentía al entrenar a sus órdenes, aseveró: "Fue una agradable sorpresa. Los métodos de trabajo, siempre con la pelota, la organización, todo en detalle. Para mí, fue impresionante porque venía de pretemporadas que estaban muy basadas en carreras sin el balón, muy físicas, y llegar y hacer toda una pretemporada siempre con el balón... No estaba acostumbrado a ello y, ciertamente, era muy bueno".