Mitrovic dejó a Jovic sin el premio de la Eurocopa

No pudo ser. Serbia se ha quedado sin Eurocopa. Luka Jovic, suplente ante Escocia en la final del 'play off', saltó al campo cuando su selección más le necesitaba, arregló la papeleta, pero acabó claudicando en una tanda de penaltis agónica.

Empezó el partido en el banquillo. Su seleccionador escogió la veteranía de Mitrovic, a quien acompañó de Tadic y Milinkovic-Savic, pero su apuesta no fue satisfactoria.

Tras un primer tiempo de igualdad total, al poco de comenzar la segunda parte Escocia se adelantó en el marcador. Tenía Serbia algo más de media hora para deshacer el entuerto.

Primero sustituyó a Kostic por Mladenovic, y en el 70' introdujo un doble cambio. Metió a Jovic, por Maksimovic, deshaciendo el doble pivote, y a Katai en lugar de Milinkovic-Savic.

Con la ofensiva revitalizada, Serbia se lanzó a por todas. Jovic estaba decidido a brillar, a demostrar que ser suplente no es su rol. Pero no pudo... hasta que en el último suspiro batió a Marshall.

El 1-1 llenó de euforia a Serbia, pero sobre todo sirvió para que Jovic se reivindicase de cara al mundo. Condenó el partido a la prórroga, y Escocia, en la media hora extra, eligió que se decidiera por penaltis.

Aguantó el combinado británico un asedio inclemente durante 30 minutos, con contadísimas ocasiones de peligro a su favor. Había apostado todo por los once metros, y allí se decidió el encuentro.

Escocia lanzó primero, y acertó todos y cada uno de sus tiros. Serbia fue a su estela toda la tanda, con los aciertos de Tadic, Jovic, Guldej y Katai. Pero cuando Mitrovic pateó el penalti, Belgrado lloró.

Tenía la cara del que sabía que lo iba a fallar. Aún así, Aleksandar Mitrovic pateó la pena máxima con entereza, la ajustó bien al palo, pero falló al darle altura. Marshall, quien había adivinado otros lanzamientos anteriores, pero se había quedado con las ganas de detenerlos, acertó con este también.

El tiro fue a media altura, un regalo para los porteros en las tandas. El guardameta escocés voló, despejó el balón, se incorporó y miró a Mateu Lahoz, colegiado principal de la contienda.

Quería saber si se había adelantado en su estirada. No lo hizo. Las protestas de los serbios de nada sirvieron. Escocia se había clasificado para la Eurocopa de 2021.