La Juventus sigue dándole motivos al Milan para soñar con el 'Scudetto'. Los 'bianconeri' siguen sin perder en la Serie A, pero este miércoles volvieron a dejarse dos puntos que los 'rossoneri' pueden aprovechar para seguir ampliando la renta.
Enfrente, un Atalanta al borde de la guerra civil debido a la disputa entre Gian Piero Gasperini y el Papu Gómez que no solo salió vivo del Juventus Stadium, sino que rondó, y por momentos con mucha más insistencia que el conjunto de Turín, el tanto de la victoria.
El reparto de puntos fue el producto de un partido abierto y con alternativas en las dos áreas, pero con el perdón de Álvaro Morata, negado de cara a la portería, y la parsimonia de un Cristiano Ronaldo que en esta ocasión ni siquiera le valió el punto de penalti. Todo ello, con el añadido de que Pierluigi Gollini, probablemente, pudo disputar uno de los mejores encuentros de su carrera profesional.
Los primeros minutos ya avisaron de que este no sería un choque intrascendente, insulso. Incluso antes del pitido inicial ya se pudo ver al Papu Gómez, desde el banquillo, entonando el himno de la Juventus a pleno pulmón. Y en el primer tramo del duelo, ocasiones en un lado y en otro que hicieron buenos a los dos guardametas.
Mención especial merece la de Álvaro Morata. Primero le quiso dejar el gol a Cristiano, pero su pase no fue bueno. Peor fue la decisión que tomó instantes después: sin portero y a tres o cuatro metros de distancia, lo intentó de tacón y le salió un 'churro' de remate. Pudo haber posición antirreglamentaria, pero el linier no levantó el banderín. Hubiese tenido que intervenir el VAR si el cuero se hubiera ido a las mallas.
Después llegó la lesión de Arthur Melo, que se marchó del campo entre lágrimas tras un golpe con Cristian Romero. Y a la media hora de juego, Federico Chiesa se mostró acertado en el partido de los lamentos. El prometedor italiano controló en el centro, recortó hacia fuera hasta buscarse el espacio y clavó su lanzamiento en la escuadra de la portería de Szczesny.
Y entonces llegó el mejor momento del Atalanta. Los 'bianconeri' dieron un paso hacia atrás con el 1-0 y los 'nerazzurri' lo aprovecharon para atosigar al guardameta polaco, que mostró un rendimiento a la altura del Premio The Best, aunque solo fuese por un encuentro.
E incluso hasta la hora de juego, ya que, en el 57', Freuler firmó el empate con un lanzamiento desde la frontal que besó el travesaño antes que las mallas, pero que entró por el centro. Fue ahí el momento en el que Szczesny se hubiera caído de los finalistas al citado galardón.
Gollini, la unión de un Atalanta roto
Cristiano Ronaldo apenas había logrado participar en ataque, pero tuvo la oportunidad que parece que se le presenta todas las jornadas: el punto de penalti. El portugués parece tener un imán para las penas máximas -esta la forzó Chiesa-, pero ni siquiera desde los once metros logró batir a un Gollini que le adivinó la intención.
El portero 'nerazzurri', literalmente, dio la cara por su equipo. La empleó incluso para detenerle un disparo a Morata, que se marchó del campo negando con la cabeza y recibiendo el consuelo del entrenador Pirlo, que sigue sin dar el salto que la Juventus necesita para acercarse a un Milan que sigue intratable.