Hay días en los que todo es perfecto. Hay otros en los que, en cambio, la vida parece ponerse cuesta arriba. Eso le pasó el martes al Barça.
Los azulgrana no fueron capaces de encontrar su mejor juego en Lyon. El partido terminó con un empate a cero. Será el Camp Nou quien dicte sentencia en la próxima jornada de Champions.
Faltó chispa, faltó empuje, faltó precisión y faltó acierto. Ni Messi, ni Suárez, ni Dembélé fueron capaces de encontrar el gol.
Más allá de la falta de gol destacaron las pérdidas de balón de la 'msd'. Entre los tres perdieron un total de 50 balones.
El que más erró de los tres, Dembélé, que perdió 18 balones. Messi se queda por detrás con 17, mientras que Luis Suárez erró en el pase hasta en 15 ocasiones.
Tampoco estuvieron acertados en el regate. El tridente falló un 33% de los regates que intentó. Otra cifra que da testimonio de lo vivido en Lyon.
El Barça promete tomar nota de los fallos para el partido de vuelta, que tendrá lugar el 13 de marzo en el Camp Nou. En la mente de los hombres de Valverde sólo hay una cosa: pasar a cuartos de final de la Champions. Y, para ello, no queda otra que olvidar esa mala noche y que los errores del pasado no se repitan.