Nunca es tarde para convertirse en una leyenda, y si no, que se lo pregunten a Tomeu Nadal. El cancerbero del Albacete tuvo que esperar a los 28 años para encontrar su lugar, lo encontró en tierras manchegas y, desde entonces, no lo ha soltado. Si sigue así, será eterno.
Su actuación en el partido de Liga contra el Mallorca fue otra prueba de ello. Los de Luis García, claros favoritos por presupuesto y por su buen hacer en las recientes campañas, se encontraron con un muro bajo palos que les dejó con las ganas de vencer.
Pero no solo fueron paradas al uso los motivos de la decepción bermellona, sino hasta un penalti. Salva Sevilla, otro veterano del fútbol español, no realizó un gran lanzamiento y se quedó sin gol en una de las ocasiones más claras de todo el enfrentamiento.
Con este alto rendimiento del portero y el de sus últimas temporadas, todo apunta a que nadie le moverá de la portería del Albacete. Estuvo cuando el equipo ascendió, estuvo cuando más sufrió y seguirá estando en su pelea por la permanencia. ¿Tomeu Nadal es eterno?