Reina el caos en el Nápoles. El equipo que hace apenas unos meses se proclamó campeón de la Serie A no ha comenzado de la mejor forma este curso y este domingo volvió a cosechar un empate sin goles ante el Bologna.
Uno de los hombres que tampoco está siendo el que fue el pasado año es Osimhen. El nigeriano falló un penalti que hubiese sido crucial en el devenir del partido, ya que fue en el minuto 72.
Por si esto fuera poco, Rudi García decidió sustituirlo a falta de 4 minutos para el final y esto encendió la ira del nigeriano. Este se enfadó con su entrenador y le hizo un 2 con los dedos, algo que se ha interpretado como la intención de jugar con dos delanteros para ir a por la victoria.
Ya en la anterior jornada, Kvaratskhelia se mostró contrariado cuando Rudi García lo cambió y le hizo gestos. Sin duda, en el Nápoles no se viven buenos tiempos y los jugadores no parecen estar del lado del técnico.