Corría el minuto 59 de partido en la final de la Copa Alemana. Neuer, ante la presión de un rival, decidió dar un zapatazo hacia arriba desde la frontal del área donde, quizá, pensó que estaría algún compañero.
Y allí se encontraba Lewandowski. El polaco picnhó el balón con un genial control y, sin apenas pensarlo, se sacó un derechazo desde unos 30 metros que, sin embargo, no tomó buena dirección.
Pero eso se ecnargó de arreglarlo Hradecky. El portero finés del Bayer Leverkusen, sin explicación posible, acabó metiéndose él mismo el balón en su portería. Juzguen ustedes mismos.
July 4, 2020