Inglaterra y Suiza se jugaban la tercera plaza en la recién estrenada Liga de las Naciones. Tras un partido sin muchas ocasiones y en la que imperó más el posicionamiento que el propio juego, el choque se fue a los penaltis.
Y ahí fue donde emergió la figura de Jordan Pickford. Tiraban y tiraban una y otra vez los jugadores de Inglaterra y de Suiza sin fallar un lanzamiento. Con el empate a cinco, apareció el arquero 'pross'.
No es habitual ver a un portero lanzar un penalti. Pero el del Everton asumió asumió la responsabilidad y se marchó a los once metros para colocar el balón. Punterazo imparable para un Sommer que vio pasar el cuero.
Justo después tiraba Drmic en la muerte súbida. Errar suponía poner fin al partido y meter, prolongar dos lanzamientos más la agonía. Adivinó las intenciones Pickford para convertirse en el primer inglés en parar y a la vez marcar una pena máxima.
9 de junio de 2019