Su nombre estuvo en todas las quinielas para abandonar el Real Madrid en verano. Volvía de un año y medio irregular en Alemania, donde el Bayern no había decidido ejercer la opción de compra.
Pero había tenido suficientes buenos minutos como para que algún otro grande europeo apostara por su futuro. Las ofertas no llegaron, eso sí, y el Real Madrid y James decidieron que lo mejor era un regreso a casa.
Ya desde el principio, Zinedine Zidane pareció olvidar los líos del pasado y contó con el colombiano. Entró en la convocatoria ante el Celta, aunque no jugó, y fue titular contra el Valladolid, el Levante, el PSG y el Sevilla. Partidos en los que el equipo blanco alternó buenas actuaciones con otras decepcionantes que llevaron al 'cafetero' de nuevo a la banca.
Desde el valioso triunfo del Sánchez-Pizjuán, en septiembre, James no ha vuelto a ser titular nada más que en el fiasco de Son Moix. Jugó contra Osasuna, Atlético y Granada, aunque solo unos minutos, y de nuevo tuvo los últimos instantes del partido ante el Galatasaray en Turquía.
De aquel encuentro hace ya casi un mes y James no ha vuelto a jugar o a entrar en ninguna convocatoria. Sus problemas físicos le han lastrado, pero lo cierto es que Zidane parece haber pedido la fe en él otra vez.
Después de la sorprendente convocatoria con Colombia, a la que llegó tras no entrenar en Valdebebas, se ha sabido que James ha regresado lesionado, con un esguince de rodilla que no le permitirá reaparecer en 2019. Y que le obligará a ver desde casa el 'Clásico'.
No parece una baja tan importante para los 'merengues' a tenor del buen momento de Kroos o Valverde y de la explosión de Rodrygo, pero sí que preocupa su falta de sintonía de cara a su futuro.
El 'cafetero' acaba contrato en Madrid en 2021, por lo que aún le quedaría otra campaña entera en el Santiago Bernabéu. Dicha vinculación podría impulsar un traspaso en el verano próximo, aunque el jugador baja su cotización a cada mes que pasa.
James tiene todavía 28 años y el fin de su carrera está lejos, pero está malgastando los mejores años de su carrera. Una situación a la que tanto desde el club, como sobre todo él mismo, tienen que intentar dar solución.