Corría el minuto 84 de partido en el Bayer Leverkusen-RB Leipzig cuando Matheus Cunha se adueñó del esférico en la frontal del área rival, tras un buen pase medido de Werner, se marchó de Bender por velocidad y dejó clavado a Wendel con una ruleta para enmarcar.
Con el público ya en pie, Cunha siguió avanzando hasta la portería del Bayer Leverkusen y elevó el esférico con la puntita de su bota derecha para firmar una vaselina perfecta ante la que nada pudo hacer Hradecky.
Un golazo, una auténtica obra de arte que ya cuenta con todas las papeletas para convertirse en el tanto de la jornada, no solo en la Bundesliga, sino en el fútbol europeo. La maravilla de Matheus Cunha sirvió para que el RB Leipzig firmase el definitivo 2-4 a favor ante el Bayer Leverkusen.