"Ser presidente del Barça me ayudó mucho en la cárcel"

Sandro Rosell vivió dos años en prisión preventiva y en el programa 'Lo de Évole' ha reflexiondo, ha tomado aire y ha contado cómo ha sido su vida dentro, desde que entró hasta que obtuvo la libertad.
"Nos desnudamos y nos dan un mono blanco. Yo pido que me pongan en la celda con Joan y era de cinco metros de largo por dos de nacho. Había una ducha y una taza metálica como váter. Te tragabas el orgullo y lo hacías delante de tu compañero. Te acostumbras a la cárcel y también es una cura de humildad", comenzó.
El ex presidente contó que haber dirigido al Barcelona fue importante dentro de la cárcel, pues sirvió para hacer amistades hablando de fútbol.
"Ser presidente del Barcelona me ayudó mucho porque al final acabas hablando de fútbol y las aficiones del fútbol nos entendemos. Acaban siendo tu familia durante dos años y en mi primer cumpleaños fueron muy cariñosos porque me hicieron un pastel y me emocioné", continuó.
En cuanto recibió, como él mismo dijo, un papel que es la libertad, Sandro Rosell volvió a mirarse al espejo después de todo este tiempo sin hacerlo.
"Fuimos al hotel donde estaba mi familia y me duché y me vi en un espejo desnudo. Llevaba dos años sin verme en un espejo porque no hay en la cárcel. Lo mío no fue un error judicial, fue una conspiración", recordó.
Hablando sobre el fichaje de Neymar, Sandro Rosell expresó que le generó "muchos enemigos", aunque más bien fue una "rivalidad extra": "Me piden cinco años por el juicio que tengo todavía abierto por Neymar, pero no tengo miedo".
Rosell admitió que a veces ha pensado que por qué se metió en un lío así. "Antes de ser presidente tuve cero actuaciones de la agencia tributaria y desde entonces he tenido 72", acabó, entre otros temas como lo que haría si hubiera un referéndum.