"Diluvio" es la palabra que mejor define a la tromba de agua que cayó en Génova durante el Genoa-Nápoles, correspondiente a la jornada 12 de la Serie A 2018-19.
El clima no parece estar de parte del fútbol este fin de semana. La lluvia ya abortó, al otro lado del globo, la ida de la esperadísima final de la Libertadores entre Boca y River, y también ha parado el fútbol en Italia.
10 de noviembre de 2018
Las fuertes lluvias que estban cayendo sobre Génova durante el partido marcaron el partido. Los cielos se abrieron, sobre todo tras el descanso, provocando escenas dantescas.
Por televisión apenas se veía nada, por la cortina de agua que estaba cayendo sobre el Luigi Ferraris. Al colegiado de la contienda, Rosario Abisso, no le quedó más remedio que mandar a todos a los vestuarios en el minuto 59, porque era imposible seguir jugando.
10 de noviembre de 2018
El partido fue suspendido de forma momentánea, a la espera de que las condiciones climáticas mejorasen, aunque en caso de que no lo hicieran el encuentro podría suspenderse de forma definitiva, y jugarse los 31 minutos restantes otro día.
10 de noviembre de 2018
Pasados unos diez minutos, la tromba de agua remitió, y los jugadores volvieron de los vestuarios para disputar, confiando en que la lluvia diese tregua hasta el final, los minutos que le quedaban al encuentro.
10 de noviembre de 2018