Tras el sufrimiento de México para alcanzar la final de la Copa Oro, su gran rival tenía la lección más que aprendida y así lo demostró desde el inicio.
Estados Unidos comenzó saliendo a por todas, bombardeando el área de una Jamaica que no podría casi salir de su propia área.
Las ocasiones claras para el combinado de las barras y estrellas se sucedían hasta que por fin, en el minuto 9, McKennie abría la lata.
Poco después, en el 13', Pulisic estrelló un balón en la madera en un precioso lanzamiento de falta. El 0-2 estaba al caer.
Sin embargo, los elementos se aliaron con Jamaica, ya que el riesgo de tormenta eléctrica obligó a parar el duelo en el 17', quedando el mismo suspendido durante hora y media.
Tras la reanudación, el duelo estuvo muchísimo más equilibrado, con el combinado jamaicano generando sus primeras ocasiones.
Pese a ello, las más claras siguieron siendo para Estados Unidos, que no pudo ampliar el marcador antes del descanso.
La falta de puntería parecía que podría condenar a los pupilos de Gregg Berhalter, pero Pulisic hizo entonces su aparición estelar.
Y es que el del Chelsea, más rápido que nadie, aprovechó un rechace del guardameta jamaicano para poner el 0-2 y casi sentenciar el duelo.
Aun así, Jamaica no le perdió la cara al choque y un gol de Nicholson en el 69' le puso mucha emoción al encuentro.
Sin embargo, de nuevo Pulisic fue el más listo de la clase y sacó provecho de un nuevo rebote para poner el 1-3 en el 87' y llevar a Estados Unidos a una final en la que se medirá a México, la otra gran favorita del torneo.