Mucho se debatió sobre la mesa de Messi y de si el francés estaba en ella. Este fin de semana puede estar en un sitio mejor: en la cúspide de la responsabilidad ofensiva del equipo.
La estrella de Valverde se ha recuperado, aunque suena bastante temerario que dispute los 90 minutos contra los béticos. La duda es: ¿saldrá de inicio y luego será sustituido o lo reservará el 'Txingurri' para tirar de él en la segunda mitad?
La segunda posibilidad, para ir dándole una adaptación progresiva a Messi, es la más plausible. Es decir, el entrenador azulgrana tendrá que rehacer el ataque con Griezmann como punta de lanza.
Amén de que todos los ojos estarán enfocados en el ex del Atlético, del que se espera tire del equipo, ello supone oportunidad para asumir el golpeo de faltas y penaltis, si se diera el caso. Los balones irán para él, aglomerará la responsabilidad de regates, pases decisivos...
En suma, y salvando las distancias, podrá ser Messi por un día. Vino al Camp Nou para ser una pieza más importante y el partido contra el Betis le da una tempranera oportunidad.
Aunque contra el Athletic el rendimiento global fue bajo, la puesta de largo de Griezmann en San Mamés llegó con bajas prestaciones. Esta segunda jornada, además, tiene el aliciente del debut en casa, que puede incorporar incluso un plebiscito por cómo actuó con el Barça el verano anterior.
Dicho de otro modo: se abre un gran marco para seguir congraciándose con la grada. Ser decisivo ante el Betis y conseguir sus primeros goles como jugador del Barcelona son premios más allá de aglutinar la responsabilidad este fin de semana.
Previsiblemente, dadas la carencia de efectivos y la negativa a cargar de responsabilidad a los canteranos, Valverde podría optar por cambiar a un dibujo más tradicional, algo que también le vendría de perlas al campeón del mundo, que aún está verde en los nuevos automatismos del 1-4-3-3.