Sin salirse del tiesto, la mala temporada pasada del Madrid animó a la directiva blanca a sacar a relucir la billetera para fichar a Eden Hazard, el único con aura de 'Galáctico' que ha llegado en los últimos años.
Jovic aterrizó como una apuesta cara pero más madura en Europa, lo mismo que Mendy. Rodrygo copió el plan de Vinicius, mientras que a Kubo y al trotamundos Odegaard Valdebebas ya les sabe a poco.
En definitiva, una estrategia deportiva sustentada en el talento joven no necesariamente español. Todo lo que destaque en el mundo es susceptible de ser del interés del Madrid. Esto tampoco es una novedad.
Bueno, para llegar a Haland tampoco ha sido necesario escarbar. Desde que le metiera nueve goles a Honduras en el pasado Mundial Sub 20, su cotización subió como la espuma.
Del Molde de Solskjaer, el tanque noruego pasó al Salzburg. Dos ligas menores, la noruega y la austriaca, pero no así la Champions League.
El delantero lleva ya cuatro goles en la presente edición de la Liga de Campeones: su 'hat trick' ante el Genk pulverizó un récord de precocidad en Europa, pero donde se consagró como promesa fue en Anfield.
19 años, 1,94 metros de altura... tan sólo le bastaron cuatro minutos en el templo 'red' para dejar su sello en Liverpool. Un escaparate, no obstante, que le puso más aún a la luz de los focos.
Su precio crece a cada página, vídeo o gol, por lo que su contratación corre el riesgo de convertirse en una inversión mediática. El Salzburg ya se frota las manos.