Las dos últimas jornada de la Champions le han servido al Tottenham para enderezar el rumbo e ir postulandose como uno de los equipos que merecen estar en los octavos de final.
Si en Londres el resultado ante el Estrella Roja fue un sonoro 5-0, los de Pochettino lo tuvieron casi igual de fácil en Belgrado, donde el partido terminó con 0-4.
Aunque sí es cierto que la presión de los Balcanes hizo que no fuese hasta la segunda mitad cuando los ingleses dieron el paso adelante y sentenciaron el partido en la segunda mitad.
El protagonismo volvió a ser para Son, aunque en esta ocasión fue por un motivo más positivo. El coreano anotó un doblete y aprovechó para volver a pedir perdón a André Gomes por la lesión que le causó en la pasada jornada.
Pero no fue él quien abrió la goleada. Fue el argentino Lo Celso, poco después de la media hora de juego tras una jugada rocambolesca. El tanto hizo que el Estrella Roja se desinflase sin remedio y bajó los brazos.
Ya en la segunda parte el Tottenham se convirtió en la tormenta perfecta. Heung-Min Son hizo sus dos tantos y destruyó cualquier posible remontada de los serbios.
Para redondear el partidazo de los de Pochettino, apareció Eriksen, que había entrado en la segunda mitad. El Tottenham dio un paso más adelante y se vuelve a postular para estar en la siguiente ronda.