El Nàstic recibía a en casa a un duro rival como el CD Ebro. El cuadro catalán llegó al choque con urgencias y logró hacerse con los tres puntos, que aportó una gran tranquilidad al cuadro catalán.
Muy rápido se le puso de cara el encuentro a los locales gracias al tanto en el minuto seis obra de Gerard Oliva, que remató de primeras un córner con su pierna derecha.
El cuadro visitante no se arrugó y se echó al ataque. Una acción que culminó, para la desgracia local, con el premio del gol de Rueda en propia puerta.
Aun así, antes del final de la primera mitad, Fran Carbià puso a su equipo por delante. Solo le hicieron falta tres minutos en el terreno de juego para hacer el 2-1 y dejar el duelo desnivelado al descanso.
En los minutos finales, el cuadro local siguió apretando y logró ponerle la puntilla al CD Ebro (4-1). Carbià y Oliva consiguieron su doblete y dan aire a al Nàstic, que ya respira lejos de los puestos de descenso. Por su parte, los 'arlequinados' se mantienen en la zona tranquila de la tabla a pesar de la goleada.