Tres puntos más, porque para ponerse la corona en mayo hay que saber ganar de cualquier manera. El Eibar fue un muro a ratos, plantó cara y no se arrugó en un estadio imponente, y se atrevió hasta a asustar. Pero poco hay que hacer cuando hay enfrente un equipo con recursos infinitos.
Los de azul y grana volvieron a demostrar que forman una constelación de posibilidades. Cuando algo no sale, siguen intentándolo. El cuento de nunca acabar, el de que los 90 minutos se le pueden hacer eternos a su rival. El de que para salir del Camp Nou con vida hay que tener suerte y evitar dar cualquier regalo.
No fue el mejor partido del Barça de Valverde, pero fue completo. Fue una noche de circustancias. Encontraron el gol pronto, sufrieron la valentía de un equipo con ganas de puntuar por primera vez en Barcelona y acabaron goleando cuando Leo lo desatascó todo.
8 futbolistas y un tridente
El criticado Coutinho fue titular. Valverde le puso sobre los hombros la responsabilidad de acompañar a la pareja de 'Pichichis' y despejó dudas. El Barça estuvo partido y el tridente entró poco en acción. Mérito del Eibar, pero solo un alivio temporal, porque que aparecieran poco no evitó sus firmas en el marcador.
Tiraron de efectividad. Es un tridente que no perdona. El hambre de Suárez, las ganas de reafirmarse de Coutinho y la magia de un Leo histórico estuvieron ahí. A los 20 minutos, brasileño y uruguayo se inventaron el 1-0 con al ritmo del primer toque 'made in Barça'.
La profundidad que necesitaba el Barça no salió de la lata cuando Suárez la abrió. La presión del Eibar puso interesante la pugna en el centro y la primera mitad fue una batalla que Sergio Enrich pudo equilibrar con un cabezazo que rozó la escuadra. El VAR, o más bien su ausencia, también apareció para dejar polémica por no revisarse a pie de campo una caída de Coutinho en el área 'armera'.
Desatascador histórico
La incertidumbre y ese miedo que provoca un humilde valiente la arrancó de cuajo Messi. Otra vez el gol fue cosa suya -y del tridente-. Suárez la comenzó, Coutinho la siguió y Leo hizo historia con un gol 400 en Liga que bajó las pulsaciones del Eibar.
Con la tensión por los suelos, la defensa 'armera' perdió concentración y acierto. El Barça conectó líneas y Suárez, asociado con Sergi Roberto, hizo el tercero. Hubo tiempo para más goles, pero Riesgo lo evitó. Dembélé tuvo minutos y buscó el suyo en el mero trámite que fueron los últimos compases para un líder que no perdona y que vuelve a los cinco puntos de ventaja sobre el Atlético.