Osasuna se aprovechó de la inestabilidad deportiva e institucional del Reus para lavar su imagen a domicilio. Y es que el equipo de Jagoba Arrasate solo había ganado un duelo lejos de El Sadar, en la jornada 13 ante el Extremadura.
El Reus salió proponiendo mucho más, llevando peligro al área de Rubén. De hecho, el gol navarro, el único del partido, se creó en una contra tras una ocasión clarísima de los locales.
Rodó el balón de una punta del campo a la otra, centró Roberto Torres desde la banda para Juan Villar y éste marcó el 0-1 definitivo por la escuadra.
Desde entonces, se apagó el Reus, que quedó neutralizado en ataque por los hombres de Osasuna. Quiso más el conjunto navarro en la primera mitad, pero estuvo muy certero Édgar Badia que, entre otras, despejó un derechazo muy peligroso de Brandon desde el interior del área.
Tras la reanudación, tuvo varias ocasiones el Reus, que desarrolló un juego asociativo y continuó llevando el peligro al área de Rubén Martínez. Sin embargo, acabó viniéndose abajo ante la presión de los navarros.
La segunda parte se desarrolló con mucho equilibrio, con muchas menos ocasiones que en los primeros 45 minutos y con una recta final de partido muy disputada.
Osasuna se quedó con uno menos tras la expulsión de Carlos Clerc y poco después se quedaba con diez el Reus. Tuvo que marcharse en camilla, ovacionado, Fran Carbià después de recibir un golpe en la cabeza.
El tiempo corrió hasta el minuto 99 de partido, pero fue insuficiente para un Reus que se encontró con un muro en defensa y no pudo rascar ni un solo punto del encuentro.
Quería mejorar su imagen a domicilio el equipo de Arrasate y lo consiguió con ese tanto por la escuadra de Villar, que determinó la victoria navarra, muy trabajada. Una victoria que acerca más aún a Osasuna a los puestos de 'play off'. Por su parte, el Reus continúa en zona de descenso.