El Valencia, 'experto' en el descenso de equipos

Enfrentarse al Valencia con el descenso en juego empieza a convertirse en sinónimo de peligro. El Eibar, tras su derrota 4-1 en Mestalla, certificó su pérdida de categoría el pasado fin de semana y la SD Huesca, que recibe a los 'ché' en la última jornada, podría correr la misma suerte.
Sin embargo, han sido varios los casos en los que los de la capital del Turia se han convertido en protagonistas secundarios del destino de sus rivales. BeSoccer Pro profundiza en este contexto y presenta otros casos en los que enfrentarse al Valencia se tradujo en descenso de categoría.
La temporada 2006-07 tuvo un triste desenlace para la Real Sociedad. El conjunto de Anoeta certificó su descenso oficial y matemático tras empatar 3-3 en un encuentro en el que el Valencia no se jugaba nada al haber sellado ya su plaza de Champions League. Mestalla vivía, así, uno de los casos en los que un enfrentamiento contra los valencianistas provocaría el descenso de categoría hacia la segunda categoría del fútbol español.
El Tenerife tampoco olvidará su visita a la capital valenciana en 2010, cuando su derrota 1-0 ante los de Unai Emery sentenciaría sus opciones de permanencia y, así, confirmarían sus peores deseos deportivos. De hecho, desde entonces, el equipo insular no ha vuelto a militar en Primera División, habiendo incluso descendido algún año a Segunda División B. Aquella noche en la capital valenciana marcaría una de las etapas más longevas del club fuera de la élite futbolística española.
De nuevo el Valencia en una última jornada sin nada en juego para sus intereses (ya clasificado para la copa de Europa) y ante un rival en problemas. En este caso, ocurrió a domicilio, en Riazor, en el desenlace de la campaña 2010-11.
El Deportivo de la Coruña llegaba a la última jornada con opciones de salvación, pero su derrota impedía cualquier consecuencia positiva. Sus rivales en el descenso (Mallorca y Getafe) tampoco ganaron en aquella agónica última fecha del calendario, pero el triunfo 'taronja' privó de cualquier sueño deportivista.
La temporada 2014-15 presentó un partido de altos vuelos en el Juegos del Mediterráneo. La UD Almería recibía al Valencia en la última jornada con objetivos muy diferentes en juego. Mientras los almerienses debían ganar para quedarse en Primera División, los valencianos debían vencer para jugar la siguiente edición de la Champions League.
El encuentro finalizó 2-3 a favor de los visitantes y, una vez más, el rival del conjunto de Mestalla sellaba su viaje hacia la segunda categoría del fútbol español.
La temporada 2018-19 es una de las más gloriosas de la historia reciente del Valencia. El conjunto dirigido por Marcelino García Toral podía sellar (tras una remontada en el tramo final del campeonato) la cuarta plaza para entrar en Liga de Campeones teniendo en el horizonte la final de la Copa del Rey (título que posteriormente ganaron).
Para ello debía ganar a la SD Huesca a domicilio. Un conjunto, el aragonés, que llegaba a la cita jugándose la continuidad en LaLiga y que confiaba en firmar una buena tarde ante los valencianistas. Sin embargo, el desenlace solo pudo alegrar a los intereses visitantes, puesto que el encuentro finalizaría con un contundente 2-6, daría la clasificación continental a los de la Avenida de Suecia y condenaría al conjunto oscense al 'infierno'.
Es el último caso confirmado. El pasado fin de semana, el Valencia vencía 4-1 al Eibar en Mestalla y condenaría a los de Ipurúa a Segunda División poniendo fin a siete temporadas en la máxima categoría del fútbol español.
El Valencia, inmerso en una crisis institucional y con la salvación ya confirmada en el bolsillo, goleaba y condenaba a los eibarreses al descenso. De nuevo, los valencianos, sin nada en juego, siendo jueces del destino de un conjunto que se enfrentaba a ellos dependiendo de su resultado para no perder la categoría.
La última jornada de LaLiga 2020-21 enfrentará en El Alcoraz a la SD Huesca y Valencia. Una situación similar a la vivida en 2019, pero sólo con el equipo azulgrana con objetivos en juego.
Los de la cruz de San Jorge llegan en 17ª posición, fuera del descenso, pero empatados a 33 puntos con el Elche, que abre la zona candente de la clasificación. Los ilicitanos recibirán al Athletic Club con una mirada en el Martínez Valero y la otra en El Alcoraz sabiendo que, si no mejoran el resultado de los aragoneses, su destino podría estar la próxima temporada en Segunda División.
La sartén parece estar en la mano del Huesca, ya que dependen de sí mismos para sellar la permanencia. Pero los procedentes del Valencia en este tipo de contextos y la igualdad máxima contra el Elche en la tabla hará que la cita sea de máxima tensión.