No son muchos los días felices en la vida reciente de Olivier Giroud. Al menos, en lo referente a ser decisivo para un encuentro. Sin embargo, en su retina queda el día que tumbó al Liverpool poco antes de que agarrar su racha triunfal hasta el título de Champions y su actual era de dominio en la Premier.
Sucedió en Stamford Bridge, con una victoria por la mínima que se originó en un centro de Victor Moses coronado por un gran cabezazo del francés, que había ganado bien la posición dentro del área pequeña.