Después de caer en Milán antes del confinamiento, el Inter buscó la remontada en la vuelta de la semifinal de la Coppa Italia ante el Nápoles.
Los 'nerazzurri' se adelantaron con un golazo de Christian Eriksen, aunque no sirvió de mucho, pues el Nápoles empataría y se llevaría el título en la final.
El danés anotó un gol olímpico que, además, se coló por debajo de las piernas de un desafortunado David Ospina.