Durante 210 minutos no hubo forma de que los goles llagaran al luminoso. Ni en el partido de ida ni en la vuelta ninguno de los dos equipos fue capaz de imponerse al otro en el marcador.
El Estadio Romano de Mérida fue el escenario, además, de una tanda de penaltis casi infinita. El Mérida intentó dominar durante los primeros compases, pero no logró hacerse con la totalidad del juego.
Las fuerzas estaba muy igualadas y las defensas nunca perdieron la concentración, lo que impidió en más de una ocasión que los goles subieran al luminoso.
Tras treinta minutos más en los que ambos pudieron adelantarse, todo se resolvió desde el punto fatídico. Se lanzaron un total de 18 penaltis y el último fallo del Socuéllamos fue fatal.
El Mérida regresó a Segunda B con mucho sufrimiento, tras más de 200 minutos de agonía. El Socuéllamos, en cambio, tendrá una nueva oportunidad en la próxima ronda.
2 de junio de 2019