El bueno de Duván Zapata quiere la Champions. El colombiano se erigió en el héroe del Atalanta en San Paolo, donde se aprovechó de un Nápoles tocado por la eliminación en Europa League y que perdonó a su rival cuando lo tuvo contra las cuerdas.
A decir verdad, los de Ancelotti cuajaron una buena actuación pese a no jugarse nada. Formó con un once claramente reconocible el italiano, que contó con Mertens y Milik como pareja ofensiva. El belga, el más activo desde el inicio.
Fruto de su versatilidad llegó el 1-0, en el minuto 28, después de que regalara una acción llamativa en la que mezcló un piscinazo y el posterior arrepentimiento. Después de esto, entró como un tiro en el área para hacer de '9' y elevar el 1-0.
El Atalanta prácticamente no compareció en el área rival y, ya en el segundo acto, el Nápoles aglutinó varias ocasiones claras. Sobre todo una de Milik en la que Masiello terminó sacando el balón bajo palos. Era el minuto 50.
Cuatro después entró Ilicic. Y todo cambió. Con él sobre el verde el Atalanta comenzó a tomar cuerpo en el partido, se sintió más cómodo y consiguió hacer el tanto del empate. Balón a banda, pase atrás de Hateboer y gol histórico para Zapata.
El Atalanta pasó a ser el dueño y señor del partido, se creció y fue descaradamente a por el triunfo. A diez del final, Zapata se coló en el área y con todo el mundo esperando la definición, cedió de tacón hacia Pasalic, que solo tuvo que empujar el esférico para firmar el 1-2.
Le bastó con defender el resultado al Atalanta, aunque llegaron ocasiones tanto para el 2-2 como para el 1-3. Con este triunfo, los de Gian Piero Gasperini asaltan la cuarta plaza gracias a sus 56 puntos, los mismos que tiene el Milan.